Renfe ha cerrado 2023 como el segundo año en el que más viajeros ha transportado en toda su historia, tras haber utilizado sus trenes un total de 522,3 millones de personas. Una gran mejora respecto a 2022, pero también en comparación con 2019.
Del total de las personas que han optado por los trenes del operador público estatal, 491,6 millones se han desplazado en los denominados trenes OSP (Cercanías, Media Distancia y Avant) mientras que los 30,7 millones restantes han utilizado los trenes comerciales (Ave, Avlo, Alvia, Euromed e Intercity).
Comparando con 2019, año en el que Renfe transportó a 510,5 millones de viajeros, los trenes OSP han transportado 15,7 millones más de personas. Un crecimiento que refleja el éxito de los abonos recurrentes gratuitos y de los descuentos del 50% en los abonos Avant.
Respecto a los trenes comerciales, la empresa ha perdido 3,8 millones de personas usuarias. Una caída consecuencia de la llegada de la competencia en los corredores que unen Madrid con Cataluña, con Levante y con Andalucía.
Renfe asegura que gracias a sus servicios se han evitado la emisión de 4,2 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, la circulación de 350 millones de automóviles y el consumo de 1.790 millones de litros de combustible.
Por el momento, no se han publicado los datos de demanda de los trenes de iryo ni de Ouigo, pero los últimos informes trimestrales difundidos por la CNMC adelantan que el ferrocarril ha crecido de forma considerable respecto a 2022, año en el que aún se notaron los efectos de la pandemia, y respecto a 2019.
En su nota de prensa, Renfe indica que hay que ir a 2006 para encontrar unos mejores datos de viajeros. Según el operador, ese año se registraron 597,9 millones de viajeros. No obstante, los datos publicados en aquel momento reducen la demanda a 515,42 millones.