Hoy publicamos un poema de buenas noches, en el que mediante el uso de la metáfora se compara el descanso nocturno con un viaje en tren a lo largo de los días de nuestra vida, representados en estaciones de ferrocarril.
Un viaje placentero
¡Chuuuuuuuuuuu!
El silbato suena,
el tren ya parte.
En un asiento de primera clase
viajo al mundo de los sueños,
cómodamente mirando por la ventana
mientras me dejo llevar lentamente.
El viaje será corto,
pero muy placentero.
Cuando este termine,
me sentiré como nuevo.
Quién sabe qué aventuras
me toca esta noche vivir,
a dónde seré llevado
ni cuándo regresaré.
Es hora de cerrar los ojos
y comenzar a disfrutar.
Una estación queda atrás,
hacia otra voy en camino.