Continuamos el mes de Lisboa con un poema de la casa, escrito por Miguel Bustos relacionado con uno de los iconos más característicos de la capital lusa, el tranvía número 28. Es una línea que conecta el barrio de Alfama con la Baixa, Chiado, Jardim da Estrela y el cementerio de Prazeres.
Querido tranvía 28
Trece años hace que nos conocemos,
los mismos desde que a esta ciudad
pisé por primera vez, con poca edad.
Fuiste un amor a primera vista.
Cuando descubrí tus entrañas de chocolate,
con gran parte de mi corazón te quedaste.
¿Enamorado de un tranvía?
¡Tanto de noche como de día!
¿Enamorado de un tranvía?
Incluso para el más escéptico.
No quiero que te quiten;
sólo quiero que te cuiden.
Ojalá nunca desaparezcas
y en las calles permanezcas.
Colina arriba, colina abajo
que por muchísimos años
continúes atravesando Lisboa
serpenteando como una boa.
Y es que la gran ciudad del Tajo
sin tus chirridos no sería la misma,
aunque tenga la Alfama y Chiado.
¿Enamorado de un tranvía?
¡Qué mas da lo que digan!
¿Enamorado de un tranvía?
¡Qué viva la vida!