No se borra en mi memoria
aquella estación de pueblo
paseo de enamorados
deambular de algunos perros.
Como un desfile de modas
por escenario el andén
mostraban su indumentaria
para otros y los del tren.
Parecía una redacción
de un diario sin terminar
y de cualquier novedad
allí se podía enterar.
El auxiliar bien atento
a su quehacer cotidiano
es la ayuda de memoria
le agrada ser consultado.
En el final del andén
los bultos en un montón
el peón espera paciente
trasladarlos al furgón.
Se oye el pitar, va arribando
el tren con varios vagones
y su silbato tan bello
alegra los corazones.
El bullicio incrementado
abrazos de los parientes
un pibe que se ha ofrecido
a llevarle los paquetes.
Se oye el toque de campana
indicando la salida
el silbato de la máquina
y el guarda le da partida.
Se aleja el tren y en silencio
queda envuelta la estación.
Mañana será otro día
a la hora de reunión.