Esta semana en ¡Cinéfilos al tren! te traemos una peculiar película francesa de 1960, Zazie en el metro, que nos descubre París de una forma totalmente inesperada.
La aventuras de Zazie en el metro y en las calles de París
Zazie en el metro cuenta la historia de cómo esta niña de provincias de 10 años llega a París con su madre cuando ésta decide visitar a su amante unos días. Como no quiere que Zazie le estorbe, la manda con su tío (que vive en la ciudad) para que al menos esté vigilada. Zazie, que odia a este hombre, decide salir a la calle para cumplir su sueño: montar en el metro de París. Pero una huelga de los empleados la empujará a conocer la caótica ciudad a pie.
Te dejamos la introducción de la película, de lo más ferroviaria:
Una obra maestra con poco reconocimiento
Con esta premisa, Zazie en el metro se muestra como una película alegre, cómica y colorida que homenajea a los diferentes tipos de cine que había habido hasta la fecha y nos propone un entretenido (y un tanto loco) viaje al corazón de París.
Y la protagonista, una Zazie de 10 años con un corte de pelo a lo garçon interpretada por Catherine Demongeot (El gran golpe), enamora desde el principio y recuerda en ocasiones a aquel otro inolvidable personaje femenino del cine francés: Amélie Poulain.
El libro en el que se basa, igualmente titulado Zazie en el metro, también es una obra bastante particular: enmarcada en el género burlesco, está llena de juegos de palabras y giros idiomáticos, lo que dificultan su traducción.
Sin duda una de las mayores virtudes de Zazie en el metro en todos sus formatos (también fue adaptada al teatro) es que, tras el ritmo frenético y las figuras variadas explica de una forma diferente un tema social y bastante triste a través de la vida de Zazie.