Una de las señas de identidad de París es, sin lugar a dudas, su red de metro. Por ello, entre los dieciocho cortometrajes de otros tantos directores que conforman Paris je t’aime, no puede faltar una historia ambientada en uno de los lugares más concurridos de París: su metro.
Paris, je t’aime, 18 directores, una ciudad
La película es toda una carta de amor a la capital francesa. Desde el punto de vista de dieciocho grandes directores de cine internacionales recorremos otros tantos barrios de la ciudad para conocer las diferentes historias de amor de decenas de personajes.
Entre los directores podemos encontrar a la española Isabel Coixet (Mi vida sin mí), a Walter Salles (Estación central de Brasil), Gus Van Sant (Elephant), o Tom Twyker (El Perfume). El reparto, coral como es de esperar, tampoco deja nada que desear: Natalie Portman (oscarizada por Cisne negro), Margo Martindale (ganadora de un Emmy por la serie Justified), Elijah Wood (El Señor de los Anillos), Catalina Sandino Moreno (Nominada a un Oscar por María, llena eres de gracia), Juliette Binoche (Oscarizada por El paciente inglés), Steve Buscemi (Ganador de un Emmy por Boardwalk Empire), y otros muchos.
Los hermanos Ethan y Joel Cohen, afamados directores de Fargo y Muerte entre las flores, son los encargados del cortometraje Tullerías, ambientado en la parada de metro parisino del barrio así nombrado. En él, un turista americano rompe esa regla no escrita de no mirar a los ojos de otros pasajeros de su coche y acaba envuelto en la historia de amor de una pareja joven.
El metro de París, el corazón subterráneo de la ciudad
Le Métropolitain, como se conoce habitualmente al ferrocarril metropolitano, es una de las formas más eficientes de moverse por la enorme capital francesa.
Es uno de los metros más antiguos de Europa, habiendo sido fundado el primer trayecto, que unía Porte de Vincennes con Porte Maillot., un 19 de Julio de 1900 con motivo de los Juegos Olímpicos de ese mismo año. Por comparar, el metro de Madrid no llegó hasta 1919. Su crecimiento ha sido imparable y en la actualidad cuenta con 303 paradas y 213 kilómetros de vía ferroviaria, siendo la tercera más larga tras Londres y Madrid.
El metro parisino resulta técnicamente complejo, además. Los túneles del metro están cerca de la superficie porque la heterogeneidad del terreno no permite cavar demasiado. Esta poca profundidad de los túneles obliga a seguir el eje de las calles, con rutas a menudo muy complicadas.
Le Métropolitain sirve de transporte a más de 1.500 millones de personas cada año. Entre esas miles, como pasa en la película, puede pasar de todo, porque el metro es el lugar idóneo para conocer la realidad de una ciudad mágica y, quién sabe, para vivir una historia romántica como la de Paris, je t’aime.
Fuente: IMDB.