Esta semana en ¡Cinéfilos al tren! te descubrimos la película más ferroviaria de Buñuel: La ilusión viaja en tranvía, una comedia de 1953 ambientada en México con inevitables elementos surrealistas.
La ilusión viaja en tranvía, en uno muy concreto
Juan Godínez «Caireles» (Carlos Navarro, El Bravo) y Tarrajas (Fernando Soto, Ustedes, los ricos) son un mecánico y un conductor de tranvía que quedan desolados al enterarse de que su vehículo favorito, el número 133, va a ser sacado de servicio. Para ahogar las penas se emborrachan y cuando están completamente ebrios deciden «tomar prestado» el tranvía para hacer un último viaje nocturno antes de que lo jubilen.
Es ahí cuando empieza el servicio más extraño del tranvía 133, en el cual transportará a pasajeros tan diversos como un par de monjas o unos carniceros que viajan con la mercancía. Además, devolver el tranvía a la mañana siguiente tampoco será tarea fácil…
Obra poco conocida de Buñuel
La ilusión viaja en tranvía es una de las películas menos conocidas de Luis Buñuel, realizada en su etapa mexicana. Como no podía ser de otra forma, los elementos inverosímiles aparecen en el largometraje de manera constante pero de una forma armónica, ya que para Buñuel, México era un lugar en el que sucedían cosas divertidas e insólitas.
Hay que comentar también que La ilusión viaja en tranvía tiene elementos paralelos a Subida al cielo, cinta también de Buñuel, que se estreno un par de años antes.
Por último decir que aunque la película que tratamos hoy no es de las más conocidas del director español, lo cierto es que es una historia sin grandes pretensiones que ha sabido envejecer, y se puede disfrutar en la actualidad tanto como cuando se estrenó.