Llega la Navidad, lo que para muchos supone pasar más días en casa en modo sofá, manta y película. Por eso, este periodo suele ser el mejor para pegarse una buena maratón cinéfila. Si te animas a hacerlo, nosotros te recomendamos la larguísima saga de James Bond que, además de ser todo un símbolo, ha demostrado un especial interés por el mundo ferroviario.
Si quieres saber más, sigue leyendo, porque te descubrimos todos los encuentros de James Bond y el tren.
Las películas de James Bond con trenes
Los que conocéis bien la saga de 007 sabréis de sobra que las películas se caracterizan por estar ambientadas en diferentes puntos del planeta, por lo que gran parte de las historias transcurre también en los desplazamientos. Es por eso que en muchas de las películas de James Bond aparecen trenes, aunque evidentemente no siempre con la misma relevancia.
Generalmente, sin embargo, la presencia del tren suele implicar alguna que otra escena de acción en el que el peligro inminente es ser arrollado o caer del vehículo en marcha (un clásico, sí), pero con la peculiaridad de que cada vez es en un escenario diferente, por lo que se cae en la rutina sólo hasta cierto punto.
Como sería mucho más complicado explicar la trama de todas las películas de James Bond en la que aparecen trenes, lo mejor será que resumamos aquí la presencia en la saga:
Desde Rusia con amor (1963)
Es la segunda película de la saga y en ella James Bond, encarnado por Sean Connery, tiene un intenso viaje entre Estambul y Trieste en el Expreso de Oriente. Y es que nada mejor que un tren mítico para iniciar este romance entre el agente secreto 007 y el ferrocarril.
Sólo se vive dos veces (1967)
En esta ocasión el mundo ferroviario aparece sólo de pasada con una estación de metro de Tokio y el uso de un tren privado.
Vive y deja morir (1973)
Dos actores más tarde, cuando James Bond es interpretado por Roger Moore, la saga vuelve a dejar alguna escena al tren, que vuelve a ser escenario de secuencias de acción. En este caso el tren atraviesa el sur de los Estados Unidos.
La espía que me amó (1977)
Que el tren es el mejor medio de transporte para luchar contra los villanos más rocambolescos es un hecho, y si no, que se lo pregunten a James Bond. En esta ocasión será en un viaje en la isla italiana de Cerdeña donde el agente secreto tiene un «ligero encuentro» con Jaws.
Octopussy (1983)
En esta película el agente 007 tiene que hacer un peligrosísimo viaje en tren desde Alemania Oriental a Alemania Occidental para desbaratar los planes del antagonista de la película. Además, nuestro medio de transporte favorito disfruta en esta película de mayor protagonismo en la trama.
Alta tensión (1987)
En este caso James Bond, interpretado por Timothy Dalton, pasa parte de su tiempo en el tranvía de Bratislava.
GoldenEye (1995)
Quizá una de las escenas más míticas de toda la saga sea la fuga del tren blindado de James Bond en Rusia.
Muere otro día (2002)
En este caso el contacto con el mundo ferroviario es diferente, ya que en la película James Bond visita una estación abandonada del metro de Londres que está en las cercanías del Parlamento.
Casino Royale (2006)
Otra de las mejores escenas es sin duda la presentación de Vesper Lynd en un tren de alta velocidad en Montenegro.
Skyfall (2012)
En esta ocasión, James Bond interactúa con el tren al principio de la película, luchando sobre uno en movimiento que discurre por Turquía. Como curiosidad, decir que aunque en Skyfall sitúan a escena como a las afueras de Estambul, en realidad se ve el Puente Arda, al sudeste del país.
Más adelante en la misma película, el agente 007 también tiene que visitar el metro de Londres:
Spectre (2015)
En esta entrega de la saga de James Bond, estrenada hace tan sólo unos meses, también hay un guiño al mundo ferroviario (si no fuera por el amor de 007 a los cochazos, podría decirse que es su medio de transporte favorito). En este caso se trata de un tren cama que atraviesa el desierto del Sáhara. Como de costumbre, el viaje en tren da para mucho: romance, secretos y muchas escenas de acción.