Esta semana en Trenes y Cine nos pasamos al documental para hablarte de El tren del Wolframio, una cinta que investiga uno de los aspectos más desconocidos de la Segunda Guerra Mundial. Pasa, que te seguimos contando.
Un documental que hace reflexionar
El tren del Wolframio es un documental que cuenta cómo durante el último año de la II Guerra Mundial los nazis buscaban este mineral para seguir con la lucha, y cómo lo consiguieron de las minas españolas.
A través de diferentes testimonios de políticos, historiadores, periodistas e incluso obreros que trabajaron en las explotaciones, El tren del Wolframio explica cosas como que el mineral, que en la actualidad sólo se usa para hacer los filamentos de las bombillas clásicas, pasó de costar 7 pesetas el kilo en 1943 a 300.000 pesetas en 1944.
La venta del material para fines bélicos supuso enfrentamientos y además cambio provisionalmente la fisionomía social de las comarcas de Galicia y Portugal, principales puntos de extracción del wolframio.
«¿Y qué tiene que ver esto con el ferrocarril?» pensaréis algunos. Pues bien, el ferrocarril tenía un papel fundamental en el intercambio de wolframio por oro. De hecho, a la Estación Internacional de Canfranc llegaban los trenes cargados de oro blanqueado en Suiza proveniente del saqueo a los judíos de Europa. Una vez allí, descargaban el convoy y se llevaba el pago en camión hasta Madrid y Lisboa.
Aunque no se sabe a ciencia cierta la cantidad de expediciones de este tipo, se estima que entre 1942 y 1943 llegaron a Canfranc unas 90 toneladas de oro.
La importancia histórica de El tren del Wolframio
Como decimos, El tren del Wolframio toca uno de los temas más desconocidos de la Segunda Guerra Mundial, pero sin duda crucial. Y es que como dice su director, Ramón de Fontecha, «La Segunda Guerra Mundial habría terminado un año antes si no fuese por la compra de wolframio a los países neutrales».
Por cierto, que Ramón de Fontecha es un viejo conocido para esta sección de Viajar en Tren, ya que también dirigió el corto ferroviario Túnel nº20, que cuenta la mayor tragedia ferroviaria de nuestro país.
Con El tren del Wolframio, el director se pasa al largometraje sin abandonar el formato documental (muestra de que, como periodista que es, es uno de sus favoritos).