Desde la sección Pinceladas de Ferro Cultura también queremos despedirnos de la ciudad de Lisboa, a la que hemos dedicado el mes de mayo. Para ello, hemos decidido hablar de uno de los tantos iconos que la ciudad del Tajo posee y que guarda (una reciente) relación con el ferrocarril: el Puente 25 de Abril.
El puente rey de Lisboa
Esta imponente estructura une la ciudad de Lisboa con el municipio de Almada, en la orilla sur del río Tajo. Con sus 2.277m de longitud es el puente colgante más largo de Europa. Y también es más largo que el Golden Gate de San Francisco, al que indudablemente recuerda. Como mera curiosidad, decir que en este punto de Lisboa el Puente 25 de Abril no es lo único que nos recuerda a otros países: en la orilla de Almada nos recibe el Cristo Rey, una escultura copia del Cristo Redentor de Río de Janeiro.
El renombrado Puente 25 de Abril
Casi desde cualquier punto de Lisboa podemos ver este puente, que se construyó en el año 1966 tras 45 meses de obras. En un principio se llamó Puente Salazar por haber sido construido bajo esta dictadura, pero tras la Revolución de los Claveles en 1974 se le cambió el nombre al definitivo Puente 25 de Abril.
Aunque en un principio sólo se podía transitar en coche, desde 1999 la parte inferior del puente está adaptada para que puedan circular trenes.
Es un puente de peaje (un peaje que en principio iba a ser temporal y que, al no serlo, ha causado muchas polémicas en Lisboa) que solía estar muy congestionado hasta que se construyó el vecino Puente Vasco de Gama. Ahora ambos son símbolos de la ciudad, pero el Puente 25 de Abril tiene un punto histórico más acentuado.
Si nunca habéis cruzado este puente, os dejamos un vídeo de un tren Intercity que circula por su parte inferior (desde el min 2 aproximadamente):
fuentes: Wikipedia, MundoCity, GoLisbon y DisfrutaLisboa.