Hoy, en Pinceladas, nos ponemos un poco más profundos de lo habitual, contándoos en qué consiste la llamada «revolución digital» de la británica Network Rail, que busca digitalizar casi todos los aspectos del servicio ferroviario, y que puede servir de inspiración para que otras redes de Europa se planteen programas similares.
Como decimos, se centrará en el caso británico, pero puede aplicarse a cualquier otro sistema ferroviario desarrollado ya que, si bien las medidas tomadas pueden varias, los retos futuros del ferrocarril son los mismos, cada vez más globales.
¿Hace falta aún más innovación tecnológica en el ferrocarril?
Lo primero que hay que destacar es que el sentimiento inmediato que levantó el anuncio de la «revolución digital» de Network Rail fue el recelo, especialmente entre los ingenieros ferroviarios. Y es que, ¿qué significa «revolución digital», si desde los años 60 el sistema ferroviario ha ido incorporando las innovaciones tecnológicas?
Teóricamente, toda la red de telecomunicaciones de Network Rail es ya digital, así como muchos de los sistemas de señalización recién implantados y el control de la electrificación (éste último gracias a la implementación del SCADA).
Por otra parte, otros sistemas de operación como TOPS, TRUST, APTIS o TSDB, llevan en servicio en Reino Unido muchos años, del mismo modo que algunos sistemas digitales para controlar las finanzas, al personal o la planificación del servicio.
Por lo tanto ¿qué más se puede hacer digital, si parece que ya está todo inventado?
La innovación en las necesidades actuales del ferrocarril
Cabe señalizar aquí que en los últimos años parece que a la sociedad se le ha inculcado la idea que que el futuro es la tecnología y que todo aquello que no la incluye queda obsoleto. Evidentemente, esto es una verdad a medias, porque el factor humano es todavía irreemplazable en muchas de las tareas, aunque sólo esté presente para verificar que el sistema implantado funciona.
Por eso no se trata de incorporar tecnología de manera indiscriminada en el servicio ferroviario, sino de buscar las soluciones que ofrece para hacerlo mucho más eficiente.
En el caso de Reino Unido, los servicios de transporte de viajeros por ferrocarril se han duplicado en los últimos 20 años. El dato, que es sin duda muy positivo, se enturbia cuando se conocen otros datos, como el de la saturación continua en algunas rutas, y la insatisfacción generalizada de los clientes con la operación de algunas franquicias (que reabriría el debate sobre si la privatización del ferrocarril en Reino Unido ha sido algo positivo o negativo, algo de lo que no vamos a hablar hoy aquí).
Por eso, los servicios ferroviarios de transporte de viajeros pueden emplear las innovaciones tecnológicas para, entre otras cosas, gestionar mejor la red y aumentar las frecuencias en las rutas o zonas más saturadas.
En el caso del transporte de mercancías, la situación es algo distinta: en Reino Unido los servicios de mercancías más tradicionales, como los que transportan carbón, combustible o acero han visto disminuir la demanda, mientras que los intermodales e internacionales aumentan. Aquí, evidentemente, el sector se encuentra ante un cambio de paradigma que exige un replanteamiento completo de la situación del mercado para descubrir cuáles son las nuevas necesidades y cómo pueden cubrirse. Y, claro, aquí la innovación tecnológica puede ser también de gran ayuda.
La revolución digital de Network Rail
Partiendo de esa base, los objetivos principales de la revolución digital de Network Rail son:
- Hacer frente al aumento de la demanda con un mejor sistema de gestión del tráfico que permita añadir más trenes a las rutas más congestionadas para aliviarlas.
- Mejorar las conexiones entre rutas y estaciones.
- Aumentar las opciones del viajero con nuevos tipos y formatos de billetes, entre otras cosas.
Cabe añadir un cuarto objetivo, más a largo plazo para Network Rail pero que otras redes europeas ya trabajan: la intermodalidad, uno de los retos de futuro identificados en encuentros internacionales como el BcnRail y que sirve tanto para los servicios de viajeros (con billetes combinados de tren y otros medios de transporte, algo que ya ofrecen muchas operadoras) como para los de mercancías (mejorando la conexión del ferrocarril con los principales puertos para quitarle cuota de mercado al transporte por carretera).
En este sentido, Network Rail plantea su revolución digital como un proyecto de innovación de tres fases que finalizará en 2019 y en el que se irán aplicando paulatinamente las nuevas tecnologías a los diferentes ámbitos del sistema ferroviario para alcanzar los objetivos marcados.
Fuente: Rail Engineer.