El 26 de diciembre de 2004 será una fecha que muchos tendremos grabada a fuego por el terremoto y posterior tsunami que golpeó a todo el sudeste asiático. Pero quizá lo que no sabías es que esa misma catástrofe natural provocó el peor accidente ferroviario de la historia cuando el mar engulló al tren Queen of the Sea.
A continuación te contamos la historia.
El tren que sucumbió ante la furia del mar
Uno de los trenes que cubría la denominada ruta Queen of the Sea, que unía de manera regular las ciudades de Colombo y Galle en Sri Lanka, también sufrió las consecuencias del tsunami de 2004.
El vehículo circulaba con normalidad hasta que se paró en Peraliya, una ciudad costera del sudoeste del país (a unos 200 metros de la orilla del mar) tras la señal de alarma por el aumento del nivel del agua.
Los viajeros del Queen of the Sea, unos 1.200 con billete y una cantidad sin determinar que viajaban sin asiento (se estima que fuesen unos 500 aproximadamente) comenzó en ese momento a buscar refugio ante la inminente primera ola, que no sería la peor.
Hubo quien decidió permanecer en el interior del tren, pensando que este resistiría sobre los raíles, quien se subió al techo del vehículo o quien se escondió tras él. Sin embargo, ninguno de los métodos fue efectivo.
La primera ola «sólo» separó algunos coches del resto del tren, pero la segunda, mucho más fuerte, arrastró los coches y los lanzó contra árboles y casas.
Para que os hagáis una idea, se calcula que las olas llegaron a los 9 metros de altura, unos 2 o 3 metros por encima de la parte más alta del Queen of the Sea.
Además de llevarse la vida de la mayoría de los viajeros del tren (sobrevivieron 12), el tsunami dejó a la localidad de Peraliya con un 1% de su población, que antes de la catástrofe era de 2.500 habitantes.
Además, debido a la magnitud del suceso en todo el país, los servicios de emergencia estaban colapsados y no pudieron rescatar de inmediato a las víctimas. De hecho, el tren estuvo en paradero desconocido durante varias horas hasta que fue detectado por un avión.
El testimonio del revisor del Queen of the Sea
Uno de los supervivientes de la tragedia del Queen of the Sea fue el supervisor del tren, cuyo trabajo sigue realizando, aunque dice que cada vez que pasa por el sitio recuerda lo sucedido.
Este hombre, ya apodado como «el revisor del tren del tsunami» consiguió salvarse milagrosamente refugiándose dentro de uno de los coches de viajeros que fue arrastrado por las olas.
La fortuna, sin embargo, quiso que el punto en el que quedó el coche de segunda clase en el que se había parapetado quedase en un lugar cercano a donde vivía, por lo que, caminando y preguntando, logró llegar hasta donde se encontraba su familia.