Es una realidad que el mundo del modelismo ferroviario es tanto o más amplio que el del ferrocarril real, principalmente a causa de que muy pocos pueden tener una locomotora real en su casa… Y menos aún, vías por las que moverla. Tener un ferrocarril propio con trenes propios tiende a ser el sueño de cualquier niño y cualquier aficionado a este medio de transporte. Por ello, paralela a la evolución de los trenes ha sido la de sus réplicas en miniatura. Con el tiempo, se han ido creando diversos estándares de escalas y anchos de vía, siendo H0 y N las que más se han extendido.
Las escalas del modelismo ferroviario
Debido a temas de licencias y de rentabilidad, un fabricante de estos trenes no puede fabricar todo el parque de una operadora. Además, los hay que prefieren centrarse en el material motor y otros que optan por dedicarse más al material remolcado. Por lo tanto, es una realidad lógica que en un convoy de modelismo ferroviario se mezclen, como en la vida real, vehículos de distintos fabricantes. Por este motivo se hizo necesario establecer unos estándares de escala de carrocería, ancho de vía y enganches que permitieran a los compradores realizar su sueño de reproducir una composición real.
La escala H0
Sin estadísticas en mano, es decir, a ojímetro puro y teniendo en cuenta la oferta, es la más extendida a nivel mundial debido a que su pequeño tamaño (aunque mayor que el de N) la hace ideal para tener una maqueta en una habitación de tamaño normal sin perder demasiados detalles ni precisión.
El estándar dicta que la carrocería ha de estar a una escala de 1:87 y el ancho de vía ha de ser de 16,5mm; 87 veces menor que el internacional de 1.435mm. Sin lugar a dudas, esto resulta ligeramente problemático en países con un ancho distinto, ya que en el caso del ibérico (1.668mm) la escala correspondería a 1:101. De hecho, por este motivo algunos fabricantes como Roco y Electrotren han hecho modelos a escala 1:100 que quedan estéticamente mal al mezclarlos con los que respetan el estándar. Es por eso que, aunque no se pueda hacer con la vía, lo conveniente es que se aplique la proporción estándar a las carrocerías, en especial en los vehículos de ancho intercambiable.
En H0 es posible encontrar modelos de prácticamente cualquier país, en especial en los que el mercado de modelismo ferroviario es amplio. En otros de menor peso, como puede ser el caso de Chile, no queda más remedio que adaptar artesanalmente modelos comerciales o tener trenes de otros países. Y es que lo bueno de este hobby es que puedes juntar trenes de todos los países que le gustan al dueño.
La escala N
Es la reina de las pequeñas, más aptas para espacios de reducido tamaño, ya que es posible tener un mayor circuito de vías que en una maqueta en H0 del mismo tamaño. Este factor ha hecho que poco a poco se haya ido popularizando, existiendo en la actualidad un amplio catálogo de material de todos los países en los que tiene peso el modelismo ferroviario. No obstante, la variedad de trenes en escala N sigue siendo inferior que en su gran rival, diferencia que cada día es menor.
El estándar define una proporción de 1:160 por lo que, teniendo en cuenta el ancho de vía internacional, el de N es de 9mm. Acorde a la separación entre carriles, la proporción para trenes españoles debería ser de 1:185; algo que no se ha llevado a la práctica, estando las carrocerías generalmente diseñadas usando la genérica.