En pleno barrio madrileño de Malasaña nos encontramos con el que es sin duda uno de los bares de moda de la capital: The Passenger. Definido por sus creadores como «un snack bar de día y un pub de rock & roll de noche», su decoración le da un valor añadido incuestionable.
Un tren oculto en Malasaña
Al entrar en The Passenger, viajamos a un tren de principios de SXX, en el que predomina la madera oscura y la piel. Pero lo que sin duda consigue transportarnos al interior del tren son las pantallas que muestran imágenes en movimiento, asemejándose a las ventanas. Su diseñador, Parolio, se inspiró en la forma estrecha y alargada del local para crear “Un tren en constante movimiento, justo en el centro de la ciudad”. Se ha pensado mucho en cada detalle, y eso se nota.
The Passenger es más que un bar
Además de ser un lugar de encuentro en el que tomar una cerveza o una copa (los combinados de ginebra y whisky son la especialidad de la casa), la música en vivo es otro de los puntos fuertes de The Passenger. En la actualidad llevan a cabo The Passenger Live, un evento que lleva cada jueves al local a promesas musicales. Cuando no hay actuaciones en directo también se puede disfrutar del rock clásico en el bar gracias a su selección musical.
Por supuesto, al estar de moda entre los más hipster de la capital, y teniendo en cuenta su llamativa estética, The Passenger ya ha albergado grabaciones de videoclips y anuncios, algo que probablemente se repita en el futuro.
Por su carta, sus eventos y por supuesto por su increíble interior, The Passenger es una visita muy recomendada (calle Pez, 16).