Una semana más te traemos nuestra sección de Curiosidades, donde te mostramos las caras menos conocidas del ferrocarril. Hoy dedicamos el post a un curioso evento artístico llevado a cabo el año pasado en Estados Unidos: el llamado Station to Station.
Station to Station, viaje del arte moderno
Todo surge de la idea del artista Doug Aitken, que buscaba reunir a unos cuantos representantes del arte moderno y realizar una exposición más móvil que ninguna otra.
Así, artistas, músicos, escritores, cineastas y chefs se reunieron el año pasado para realizar una suerte de gira para dar a conocer este tipo de arte por todo el territorio de Estados Unidos.
En el mes de septiembre de 2013 se ponía en marcha este tren tan especial que reunía a los artistas y cada día los dejaba en el lugar donde expondrían su obra: Nueva York, Pittsburgh, Chicago, Minneapolis, Santa Fe, Winslow, Barstow, Los Ángeles y San Francisco. Allí cada día se llevaba a cabo un espectáculo diferente, sin guiones, que buscaba relacionarse con el público y construirse en base a la relación con este.
En boca de Doug Atkiens “Es una jornada cultural en movimiento, una constante búsqueda de nuevos horizontes en nuestra cambiante cultura, aterrizada en preguntas básicas: ¿quiénes somos?, ¿a dónde vamos?, ¿cómo nos expresamos?. Nuestra intención es crear un manifiesto de la cultura moderna«.
Además, los beneficios de este evento nómada fueron destinados a siete museos de Estados Unidos relacionados, claro está, con el arte moderno.
A todo esto se unió además Levi’s, patrocinador oficial de Station to Station. ¿Que por qué la marca decidió patrocinarlo? Porque Levi’s busca alinear su imagen de marca con la idea de juventud que sobrepasa los límites de lo establecido, que no se conforma, y pensó acertadamente que este evento estaba destinado a ese público.
El tren, una obra de arte en sí misma
¿Y qué pinta el tren en todo esto? Pues es el medio de transporte que les permite realizar el recorrido, pero su función no queda ahí.
Los promotores del evento quisieron darle más protagonismo a este tren, convirtiéndolo en «una escultura kinética». Los nueve coches del tren, que sirvieron de estudio a los artistas, estaban cubiertos con LEDs que variaban de color según el clima y la velocidad del vehículo.
Fuentes: Station to Station, Art Room Talent y El Universal.