Hace unos meses os traíamos la historia de Lampo, un perro italiano que vivía entre trenes. Pues bien, hoy dedicamos nuestro Pinceladas de la semana a otro perro muy vinculado a una estación de tren: Hachiko.
Historia de un perro fiel
Muchos conoceréis la vida de este animal por la película que Richard Gere protagonizó en 2009, Siempre a tu lado, Hachiko, basada en hechos reales. Pero, como en casi en todas las cosas que se cuentan en el cine, hay ciertas diferencias con respecto a la realidad, así que hoy os traemos la verdadera historia del perro Hachiko.
Hachiko fue un perro de raza akita que nació en Japón en 1923. Un año después, fue regalado al profesor universitario Eisaburō Ueno y ambos se hicieron inseparables.
El perro acompañaba al profesor cada mañana a la estación de Shibuya en su camino al trabajo, y le esperaba cada tarde cuando volvía de impartir sus clases. Así fue como los habituales de la estación se percataron de esta estrecha relación entre Hachiko y su dueño.
El 21 de mayo de 1925, el profesor Eisaburō Ueno falleció mientras trabajaba, así que nunca volvió a casa con su perro. Sin embargo, Hachiko nunca dejó de esperarle. Diez años permaneció en la estación de Shibuya hasta que finalmente también el animal murió.
Durante ese tiempo, las personas que frecuentaban la estación fueron las que se encargaron de su cuidado y alimentación.
Hachiko inmortal
Hachiko se convirtió en un símbolo. Tanto que, en 1934 (cuando el perro aún vivía), se creó una estatua de bronce como reconocimiento a su lealtad.
Cuando murió, sus restos fueron disecados y hoy se encuentran en el Museo Nacional de Ciencia de Japón.
Como no podía ser de otra forma, la historia de este fiel animal se llevó al cine: en 1987 se estrenó Hachiko Monogatari, todo un éxito de taquilla en Japón, y en 2009, como ya hemos mencionado, la película de Richard Gere.
Sin duda la historia de Hachiko es conmovedora pero, ¿es la única o existen más perros como él que nunca llegaron a ser famosos?